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"Un poco vale mucho", la iniciativa de Salud para revalorizar la importancia de la actividad física

El Ministerio de Salud adhiere al Día Mundial de la Actividad Física que se conmemora cada 6 de abril, el cual propone el lema "¡Un poco, vale mucho!", con el objetivo de promover la vida activa y saludable revalorizando a la actividad física como una herramienta para mantener, mejorar y recuperar la salud.

 

La práctica regular de actividad física, conjuntamente con una alimentación saludable, puede ayudar a evitar o retardar la manifestación de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la osteoporosis, algunos tipos de cáncer y las complicaciones asociadas con el sobrepeso y la obesidad.

Se recomienda sumar al menos 30 minutos de actividad física de moderada intensidad, todos los días para preservar la salud física y emocional. Esta actividad puede ser continua o fraccionada, lo importante es ponerse en movimiento.

Frente a la situación actual (COVID-19), debemos revalorizar las posibilidades que cada persona posee para realizar actividad física. Aquí destacamos la práctica en casa, al aire libre y en espacios cuidados. Siempre cumpliendo las recomendaciones sanitarias vigentes. También es clave aumentar las actividades cotidianas que requieren de movimiento corporal como desplazarse de un lugar a otro caminando en vez de utilizar el auto, bajarse antes del transporte público y caminar unas cuadras, realizar tareas del hogar o de jardinería y evitar pasar más de 1 hora en posiciones sedentarias.

La inactividad física es una de las causas principales de la mayoría de enfermedades crónicas, ya que tiene efectos negativos en la presión arterial, el colesterol, la autoestima, la condición física y además se relaciona con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, sobrepeso – obesidad y algunos tipos de cáncer.

En este sentido se recomienda:

-Para niños y jóvenes (de 5 a 17 años): pueden realizar actividades que consistan en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias.

La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.

-Adultos (18 a 64 años): para este grupo se recomienda actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo caminar o bicicleta), actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias. Dos veces o más por semana, realizan actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares.

-Adultos mayores (de 65 años en adelante): pueden realizar actividades recreativas o de ocio, desplazamientos, tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias. Los adultos de este grupo con movilidad reducida pueden hacer ejercicios para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana. Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.

Existe un abanico de posibilidades amplio para seguir en movimiento a cada edad, pero a modo general podemos encontrar:

-Andar en bici

-Caminar

-Bailar

-Nadar

-Trotar

-Ir al gimnasio o seguir una rutina

-Gimnasia para adultos

-Deportes de forma recreativa

Siempre es muy importante consultar al médico antes de comenzar cualquiera de estas actividades.